Sexto capitulo

19:53

Titulo: Irresistible
Autor: Luana Montagna
Genero: Romántico, realista.
Edad: 12 años (contiene Bullying)



— ¿Para mí? —Sí. En un rato la anunciaremos frente a todos, ustedes disfruten la fiesta. Sin más que decir se alejaron para volver a su sector “vip”. —Sí. Ustedes disfruten de la fiesta… Luego de una hora estando pendiente de todo y todos, la música se escuchaba más bajo cada vez. —Creo que es el momento de la sorpresa, y quiero irme. —No, Luci… — me detuvo Ezequiel tomando mi mano. — ¿Y si es algo malo? — ¿Y si es algo bueno? — ¿Me lo haces apropósito, Ezequiel? — ¡No! — ¡Entonces, hazme el favor! Quiero irme, siento que esto será algo malo. Ya cumplí, vine a la fiesta. —Lucette tiene razón —intervino Clarie —, tengo el mismo mal presentimiento que ella, debemos irnos. —Está bien. — ¿Y April? —No lo sé, recién estaba aquí… —bufó Clarie —, seguro que está con Ian. —Ya, vámonos. Se escucharon golpes en el micrófono, seguidos de un ‘un, dos, tres, probando ¿esta cosa anda?’ Los chicos y yo apuramos el paso, pero los guardias contratados por Alisson nos prohibieron el paso. —Lucette, ¿ya te vas? Esta sorpresa es para ti. Un reflector nos iluminó. Silencio. Miradas hacia nosotros. Nervios. —Bien, todos sabemos muy bien que la fiesta es mía, y agradezco los regalos. Con Lana tenemos una sorpresa para la queridísima Lucette Henderson. Patrick, ¿puedes hacerme el honor de presionar play? —él obedeció como un perro cuando le dicen que vaya a traer la pelota —. ¿Quién es Lucette Henderson? —Leía Alisson desde una hoja —, Lucette es una chica con problemas alimenticios, también de autoestima, de rostro -Una foto mía del anuario apareció -, cuerpo, forma de ser, etc… Ella es una necesitada… —un mini video recreado por Patrick y otra chica a quién no se le veía la cara, se reproducía. En él, la chica forzaba a Patrick a tener relaciones. Mis lágrimas caían sin parar —. Los estudiantes del Pal School necesitan decir unas cosas sobre ellas, creo que sería lindo escucharlos. — ¿Qué piensas sobre Lucette Henderson? —Pienso que tiene que morir. —Es una zorra. —La odio. —Muérete, Lucette. —Que se mude de país, nos haría un lindo favor a todos. —Gorda. —Fea. —Eres espantosa. —Te odiamos mucho. —Muérete. — ¿Esto lo verá ella? —Sip. —Genial. Lucette, cariño… ¡Vete del instituto, nadie te quiere! Más comentarios, más risas, más llanto. La música volvió. Alisson y Lana obtuvieron lo que querían. Salí corriendo de aquel lugar. El auto del padre de Clarie se encontraba justo en la puerta. Ezequiel y los demás me seguían. Entré lo más rápido que pude, el Sr. Benson no entendía nada. Clarie subió al asiento de alado del conductor y Roxy junto a Ezequiel conmigo. Me aferré a mi novio y lloré sin parar hasta llegar a la casa de Clarie. Ezequiel me subió al cuarto de huéspedes y me dejó en la cama luego de sacarme los zapatos y me tapara. Simulé que dormía para que se vayan y me dejen sola con mis filos, los cuales se encontraban en la chaqueta la cual se encontraba en el respaldo de la silla. — ¿Se durmió? —Sí. —Bueno, déjala descansar. —Tengo miedo de que haga… —Está dormida. Me quedé sola entre las penumbras de la habitación. Minutos después todo era silencio. Salí de mi cama y tome la chaqueta para luego encerrarme en el baño. Encendí la luz y me observé en el espejo. Tenía en maquillaje corrido. Luego observé mis brazos en los cuales las cicatrices cesaban. La decisión de volver a hacerlo o no, aún no se decidía en mi mente. El sí luchaba contra el no fuertemente. Recordé las frases del video. Las cuchillas en mi mano, mi brazo izquierdo estirado. La puerta se abrió. — ¡No, amor, no! —Vete, Ezequiel. —No, no me iré —cautelosamente se acercó a mi —, dame las cuchillas. — ¡Dije que te vayas! —Amor, escúchame. Cortarte no te sirve de nada, ¿sí? Sé que lo sabes muy bien. Nosotros estamos aquí para ti, para que no hagas esto, estamos por ti porque te amamos. — ¡Si me amarías, nos hubiéramos ido en el momento que te dije! — ¡Mi error! ¡¿Sí?! ¡Lo lamento, ahora por favor, Luci, no lo hagas! —Ezequiel comenzó a llorar —, por favor, no… Tiré las cuchillas en el suelo y me acerqué a él llorando. —Lo siento — repetí una y mil veces. —Ya está, amor, ya está. Salimos del baño y nos sentamos en la cama. —Perdoname a mí, no te hice caso y… —Te amo, ¿sabes? No puedo enojarme contigo. —Te amo mucho más —me besó —, y no quiero que me asustes de esa forma. Tiraré los filos por ti. —Gracias, Eze.

You Might Also Like

0 comentarios

Hola! gracias por comentar en esta entrada del nuevo escritor.
Los comentarios son lo que alimentan a los blogs.
¡No queremos un blog desnutrido! Comentar es gratis y no te cuesta nada más que unos segundos :)