Capitulo 01
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Titulo: Cinco voces, una direccion
Autor: Diana Barrea
Genero: Realista, drama
Edad: Mayores de 12 años (Contiene escenas fuertes y vocabulario algo vulgar)
Capitulo 01 Hola nuevo
hogar, adiós desayuno.
Me levanto de la cama y vuelvo a mirar el folleto que está
en la mesa de luz de mi cuarto. ¿Me vieron cara de loco? Yo no estoy loco… no…
¡NO TENGO BULIMIA!
Oh, espera, en el folleto no dice en ninguna parte bulimia.
¡Tranquilízate Winn, tranquilízate Winner! Yo no tengo porque ir a un
psiquiátrico, ni mucho menos al del folleto que me dieron en la calle… yo no
sufro de nada…
Las maletas están armadas… oh, esto sí que va a ser difícil…
¿Ir a vivir con los chicos? Y dejar a mi familia. ¿Y si solo los veo cada tres
meses? Será horrible.
Me levanto de mi cama y salto hacia el espejo. Primero me
pongo de un costado. Si, esto es genial. ¿Por qué no me lo dijeron antes? ¡Esto
si funciona! Oh bueno, eso creo.
Agarro el primer bóxer que veo en el cajón y me lo cambio
por el que estaba usando de pijama. También me pongo la primera camisa blanca
que encuentro y arriba, por el frio, un pulóver marrón tirando a un rojo
acaramelado.
Busco mis jeans negros y a la vez, me acomodo mis botas
negras.
Bajo las escaleras y lo veo. ¡Es mi padre! Trato de demostrarme
lo más tranquilizado que puedo. Pero una sonrisa se me escapa. Me acerco a la
mesa y le doy un beso en la pelada. Le robo el pan que estaba a punto de
meterse en la boca y le doy un par de mordiscos.
-Hola mamá, Hola papá- Digo abriendo la heladera, en la
mesa, para mí, está servido un plato con dos huevos fritos y un par de
tostadas, si mi vista no me falla, son tres. De postre, se puede ver pedazos de
sandia. Saco la jarra de jugo y me siento junto al hombre que, aunque me crío
pocos años por separarse de mi madre, lo quiero demasiado.
-Buenos y grandes días, Winner- dice él mientras miro mi
plato. No sé con que comenzar. Me encojo de hombros. Agarro una tostada y la
parto en cuatro pedazos. La unto en uno de los huevos fritos hasta acabar con
los dos, rápidamente. Se me hace fuego la boca al sentir el sabor de tal
desayuno. Amo comer, lo amo. Lo dije y lo diré toda mi vida. Prefiero pasar una
noche con mi comida, en vez de estar una noche con una mujer… ¿Por qué nadie
entiende eso de mí?
Qué más da. Las mujeres no me desean. Miro de reojo la
imagen pegada en la pared, los chicos y yo abrazados. Odio esto, pero siempre
me pasa que veo el cuerpo de Grace. Mastico con furia la sandia. Se me hace
agua la boca, y con eso se hace espuma de la rabia.
-Oye hijo, estas flaco ¿Qué andas haciendo?- una gota de
sudor cae inesperadamente de mi nuca.
-Hum…- casi susurro con la comida en la boca.
-Oh ya se, ¿la productora te obliga a hacer ejercicio?
¿Verdad? ¡Vas a quedar genial, hijo!- me agita el hombro, haciéndome
estremecer.
-Hum… si, puede ser eso… Am…- actúa normal, Winn. No te pasa
nada extraño. –Tengo que irme rápido, lo siento, familia los quiero- hablo en
voz baja, aunque esto último lo grito para mis hermanos.
Me dirijo al baño, cierro la puerta con llave detrás de mí y
lo primero que hago es arrodillarme frente al inodoro.
Sonrío, para mí mismo. Abro la boca lo más que puedo y meto
mi dedo medio tratando de tocar la campanilla. Primero confirmo que nadie
escucha las arcadas. Después, vomito.
Pero vuelvo a recordar el cuerpo de Grace y no, no puedo
conmigo mismo, no puedo ¡No puedo!
Agrego mi dedo índice, apretando con más fuerza la garganta.
Adiós desayuno.
Cierro los ojos porque ellos quieren llorar, pero no soy
débil ni nada, eso es de mujeres ¿no?
Eso siempre lo dijo mi padre… ¿pero qué importa si soy mujer
o no? Yo voy a hacer lo que se me cante la pija… claro, si me lo permite la
productora.
Me lavo la cara y a la vez los dientes con pasta dental para
quitar el sabor amargo a la comida mal procesada.
Mojo mi cabello, despeinándolo y haciendo el típico peinado
de siempre. Salgo del lugar.
Voy a la cocina con una sonrisa fingida, pero creíble. Abro
la heladera nuevamente y busco el cajón de las verduras. Esto es lo que siempre
hago, comer una zanahoria después de vomitar. Para las fuerzas. Oh, estas son
las que le gustan a Fight ¿verdad?
Que ahora está tocando el timbre de mi puerta y me saluda
por las ventanas de cristal. Tomo mi bolso negro y pesado. -¡Adiós familia!
¡Nos vemos pronto, visítenme!- grito y dejo todo ese mal recuerdo tras la
puerta cerrada a mi espalda.
-Hola Fight- sonrío a nuestro líder.
-Hola Winn ¿listo para ir a casa?- asiento con la cabeza.
-Vamos, estoy listo-
1 comentarios
Hola guapa!
ResponderEliminarMe encantan estos chicos<3
Me estaré pasando por aquí para ver los caps
Besos
Hola! gracias por comentar en esta entrada del nuevo escritor.
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